El País acaba de publicar un artículo donde se aclara que el Gobierno incluye una prórroga por maternidad para “mantener vivos” los sexenios investigadores y evitar la brecha de género en la carrera académica.

2020 arranca con buenas nuevas para quienes aúnan ese cóctel de difícil digestión que supone ser mujer, madre e investigadora. Por primera vez, el gobierno incluye una prórroga por maternidad para evitar la brecha de género en la carrera académica. La medida, recogida en el BOE del 11 de diciembre, quiere evitar que la maternidad, y los permisos ligados a ella, penalicen a las mujeres en su trayectoria como investigadoras.
Y es que la delgada línea roja que transita entre los llamados sexenios vivos –seis años de actividad investigadora de alto nivel e ininterrumpida- y la temida entrada en vigor de los sexenios muertos –que se produce cuando, por un permiso maternal u otra circunstancia familiar, se corta esa continuidad y es inviable cumplir con los plazos ordinarios de producción de publicaciones de alto impacto- tiene su lastre.